Deseos para 2007


A las 23:59 del 31 de Diciembre, millones de personas se disponían a cumplir con la tradición. El ritual es muy sencillo, comer doce uvas siguiendo el ritmo de las campanadas, sin atragantarse y acompañando cada uva de un deseo para el año que comienza; el acto termina con un brindis para que el nuevo año traiga los deseos que no se cumplieron en el anterior. Cuando era niña, me encantaba esta tradición, era como un juego. Pero ahora me pregunto ¿Cómo es posible creer en algo así?

Todo el mundo al finalizar el año formula deseos para el año que comienza. ¿Podemos los cristianos hacerlo? En la Biblia encontramos ejemplos de personas que anhelaron cosas y se las pidieron al único que puede hacer realidad los deseos más íntimos, a la vez que convierte los deseos no concedidos en una bendición para sus hijos.

En el Primer libro de los Reyes cap. 3, Dios se aparece a Salomón en sueños y le dice “Pide lo que quieras que yo te dé”. Salomón entonces contestó “Da a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo…” A Dios le agradó la petición y le contestó “te he dado corazón entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú… Y aun te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria…” Años más tarde el mismo Salomón escribió en el libro de los Proverbios “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia”

Mi deseo para el año 2007 que comienza es sabiduría para esta iglesia, sabiduría y conocimiento de Dios, no sabiduría de los hombres. que la iglesia no se rinda en buscar esa sabiduría en la fuente inagotable que es la Palabra de Dios.