"Ebenezer" A las puertas de un nuevo año


La expresión “ebenezer” se traduce como “hasta aquí nos ayudó el Señor”, son palabras de gratitud, de confianza y también de hacer balance, de mirar como el Señor ha sido fiel a lo largo de los días. Nosotros cantamos: “Dios, nuestro apoyo en los pasados siglos, nuestra esperanza en años venideros” (221. himnario antiguo).

Un proverbio oriental dice: “Cuando llegues a la última página del libro, ciérralo”. Eso da a entender que hay que abrir otro libro. Hay que empezar de nuevo. Hay que escribir otra parte de la historia de nuestra vida.

Hace tiempo aprendí un bonito pensamiento acerca del nuevo día, lamento no recordar su autor. Se llama “El Nuevo Día” y dice así:

“Este es el principio de un nuevo día. Dios me ha dado este día para hacer de el lo que yo quiera. Lo que haga hoy es importante porque estoy cambiando un día de mi vida por el. Cuando llegue el mañana, este día se habrá ido para siempre, dejando en su lugar aquello que cambie por él. Quiero que sea algo bueno, no malo; algo que tenga éxito, no fracaso; algo que valga la pena por lo que pagué por él”.

Y lo mismo se podría decir del “Nuevo Año”. Hay personas que a pesar de haber empezado el nuevo año, siguen viviendo en el pasado. No pueden, o no quieren, olvidar los fracasos que experimentaron durante ese año, tal vez alguna desgracia familiar, tal vez algún desencuentro, en fin, no faltan circunstancias por las cuales atravesamos el año pasado y es difícil olvidarlas, más no imposible.

El ayer ya pasó. El año 2009 quedará atrás. No hay nada que podamos hacer por lo que ya no existe. Con cuanta razón Mateo 6:34 dice: “Así, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta cada día su propio mal”.

Jesús nos enseña a saber vivir el día a día. No hay razón para preocuparnos por aquello que no ha sucedido y tal vez ni sucederá. Pero el propósito de estas líneas es de dar gracias a Dios porque nos permi?ó vivir un año más.

Es verdad, tuvimos luchas, problemas, enfermedades, fracasos, desalientos, malos entendidos, pero pensándolo bien, todo esto es parte de la vida. No podemos imaginarnos una vida en donde todo transcurre por caminos de bonanza. Cristo mismo nunca nos prome?ó un jardín de rosas, por el contrario, él dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

Así que, debemos estar agradecidos con Dios de que, todavía estamos aquí. Muchos no vieron el amanecer del nuevo año. Pero si estáis leyendo esta página, quiere decir que estamos vivos y disfrutando de un nuevo día y un año nuevo. ¡Oh, sí! Seguiremos teniendo luchas, pero también tenemos la promesa de que Dios estará con nosotros. El ha prometido no dejarnos nunca ni desampararnos. Y así es. Gracias a Dios por ello.

JMM. Pastor